Dudas frecuentes sobre ABP

En las siguientes líneas encontraréis unas breves respuestas a las preguntas más frecuentes sobre ABP entresacadas de las que habéis enviado a #MesaABP_INTEF.

Sobre la metodología en el aula, su futuro, su eficacia, las reacciones a la misma y la posibilidad de su uso diario

¿El futuro de la educación pasa por ABP inevitablemente?

Desde hace ya varios años el debate sobre educación ha dejado claro que es necesario cambiar las cosas (ver artículo): no sirve con parchear la metodología que se estaba implantando hasta el momento sino que hay que hacer cambios de raíz, una verdadera revolución metodológica en la que prime la creatividad y el aprendizaje cooperativo. Se busca un aprendizaje significativo, que se nutra de la realidad y la experiencia de toda la comunidad y que anime a explorar nuevas rutas y nuevas líneas de pensamiento que permitan ofrecer soluciones novedosas ante los retos planteados y aprovechar la multiplicidad de talentos de nuestros alumnos. El ABP reune todas estas características por lo que parece una metodología idonea para comenzar esta revolución educativa.

¿Están los directores preparados para este cambio?

En este punto no se puede generalizar. Desde la administración educativa se está haciendo un gran esfuerzo para animar al cambio: hay charlas, cursos (como los organizados por INTEF y EducaLAB), plataformas como eTwinning... a través de los que se intenta tanto concienciar sobre la necesidad de cambio como dotar al profesorado de las herramientas y estrategias necesarias para llevarlo a cabo.
La directiva tiene que estar al corriente de la realización de proyectos y su apoyo es vital, por ejemplo, para participar en un proyecto eTwinning. Sin duda, cada día son más los equipos directivos animados a participar en este tipo de proyectos e invitando a su claustro a tomar parte en ellos. Si en vuestro centro todavía no se ha puesto en marcha ningún proyecto, sería bueno hablar con el equipo directivo para comentar cuáles serían los beneficios para vuestra comunidad educativa si se sumarse a esta metodología.

En un IES, ¿es posible la revolución ABPera o tendremos que ir por la vía del cambio progresivo?

Si todo el claustro está de acuerdo y cuenta con el apoyo de toda la comunidad, por supuesto que es posible. Sin embargo, en muchos centros todavía son sólamente unos pocos docentes los que quieren implementar esta metodología. En tal caso, el cambio será progresivo, pero no hay que abandonar la idea. Cuando hay reticencia inicial por parte de algunos docentes, serán, por regla general, las experiencias que cuentan los propios alumnos y los resultados que se van obteniendo los que irán animándoles poco a poco a ir formando parte de los proyectos que se están gestando en el centro. Poco a poco, se puede conseguir que el centro al completo siga esta iniciativa.

¿Qué pasa si los padres piensan que con los proyectos sus hijos no aprenden sino que pierden el tiempo?

Es cierto que algunos padres, al igual que algunos alumnos en la enseñanza de adultos, todavía tienen ciertos miedos iniciales ante esta metodología. Nos encontramos ante un cambio radical del paradigma de la educación y como todos los cambios, es normal que lleve su tiempo y encuentre cierta oposición inicial desde algunos sectores (quizá desde los más tradicionales). Por eso, antes de comenzar con esta metodología, es conveniente que el centro o el profesor organice una charla informativa con los padres para que así los padres puedan ser conscientes de las verdaderas implicaciones que tiene el ABP. Conviene hacerles ver la crisis educativa que ha propiciado el cambio y cómo el ABP fomenta la reflexión, el análisis crítico y el trabajo cooperativo, cualidades muy deseables para fomentar el desarrollo pleno de nuestros alumnos. Para tranquilizar a aquellos más reticentes se les puede invitar a que ofrezcan su apoyo al ABP durante un curso, tras el que se evaluarán los resultados antes de tomar la decisión final para que el cambio al ABP sea definitivo. Una vez que se conozcan los resultados de esta primera experiencia seguro que el apoyo de toda la comunidad es absoluto.

¿Crees que el aprendizaje basado en proyectos reducirá los índices de fracaso escolar en las aulas?

Sin duda. El ABP apuesta por un aprendizaje significativo y ligado a la experiencia real de los alumnos. Se basa en empoderar al alumno, escuchar su voz y dotarle de capacidad de decisión a lo largo de su proceso educativo. Se le anima a ser una figura activa que participa, crea, comparte y colabora. Para que el aprendizaje se produzca tiene que apasionar: un buen proyecto consiguirá precisamente eso: se acercará a los alumnos y les guiará para que sigan progresando a lo largo de su formación y del desarrollo de su potencial. Cuando el alumno se siente el centro del proceso, como debe ser, recupera la confianza en sí mismo y el interés por el proceso: el ABP se centra en dar poder al alumno para que alcance su pleno desarrollo y para que pueda aprovechar todo su talento.

Para una mayor efectividad, ¿el ABP no debería ir ligado a cambios en la manera de concebir horarios y espacios en un centro?

Sería lo más deseable, pero hay que ir paso a paso. Todavía son muchos los centros que tienen que sumarse al ABP. Ese es el primer paso. Una vez que se haya comenzado a caminar por la senda del ABP se pueden continuar con los siguientes retos. En algunos centros el horario de clases concebido como lo entendemos tradicionalmente (una materia a primera hora, seguida de otra y otra... hasta completar el horario lectivo de cada día) va a comenzar a pasar a las historia (ver artículo). Se ha sustituido por una estructura de trabajo a base de proyectos a través de los cuales los alumnos consiguen una serie de competencias. Estas últimas serán las que se evaluarán. Un espacio (localizado tanto en el tiempo como en el entorno físico) que permita aunar la interdisciplinaridad del ABP es una de las utopías hacia las que caminar. Pero hay que ir poco a poco. Conviene empezar, aunque sea con pasitos cortos, para que entre todos logremos esa revolución tan necesaria para conseguir un sistema de calidad eficaz y estimulante para nuestros alumnos.

Hay temas que me parecen difíciles de tratar con el ABP, ¿podemos olvidarnos de las clases magistrales? Si es necesario que los alumnos tengan unos conocimientos previos, ¿se pueden enseñar o ya no es ABP? ¿Dónde está el equilibrio entre las clases tradicionales y el ABP?

Habiendo hablado el gran maestro Fernando Trujillo sobre el equilibrio "Entre lo ideal y lo real: aprendizaje basado en proyectos", parece una osadía añadir nada más a sus palabras. Citaré lo que expone en la diapositiva 32 del SlideShare arriba citado: "Metodologías activas, aprendices activos, docentes activos". ¿Qué quiere decir eso? Que es natural que los alumnos necesiten conocimientos previos para realizar un proyecto pero que lo ideal pasa por hacerselos llegar de tal forma que sean ellos quienes los vayan descubriendo a través de una investigación, guiándolos con una serie de actividades. Nuestra tarea será proporcional el andamiaje adecuado (ver artículo) para que sean capaces de adquirir esos conocmientos sin necesidad de recurrir a una metodología pasiva en la que el verdadero propósito y sentido de la educación quedan diluidos hasta acabar perdiéndose. Por supuesto, será el docente quien tendrá que evaluar cuál es el punto de partida de sus alumnos, cuál es su Zona de Desarrollo Próximo (ZDP o ZPD: Zone of Proximal Development) y, a partir de ahí, tendrá que elaborar la secuencia de actividades escalonada y con el andamiaje necesario para que el proyecto tenga éxito y el aprendizaje se lleve a cabo.

¿Alguien ha probado la eficacia de esta metodología? Parece que sólo importa la actividad, sin relacionarla con el aprendizaje.

En un artículo publicado en 2010 por el BIE (Buck Institute for Education) se describía la metodología ABP como el plato principal, no como el postre (ver artículo). En él se hace una distinción entre determinado tipo de actividades que pueden realizarse en clase con diversas herramientas TIC pero cuya demanda cognitiva no es realmente retadora y aquellas que están integradas en la secuenciación de un proyecto y cuya resolución se convierte en una etapa necesaria para llegar al producto final buscado con dicho proyecto. Tampoco es lo mismo realizar proyectos sin ton ni son que diseñar y programar un Aprendizaje Basado en Proyectos en el que cada actividad forma parte, como se ha dicho, de una secuenciación orientada a un objetivo común. Hay que utilizar las TIC con fundamento (leer). Cuando los proyectos se realizan de esta manera su éxito está más que probado. En realidad, estamos hablando de una revolución metodológica pensando que se trata de algo realmente novedoso pero las bases del ABP ya se asentaron a principios del siglo XX de mano de grandes pedagogos como John Dewey y María Montessori (ver artículo). Desde entonces se ha puesto en práctica con grandes resultados a ambos lados del Atlántico. Por ejemplo, una de las plataformas con grandes proyectos y muy buenos resultados es la plataforma eTwinning. Lo que nunca hay que perder de perspectiva es que:
el reto está en crear un proyecto de calidad y adaptado a las necesidades de nuestras aulas. Hecho esto, se consigue el verdadero ABP, una metodología que, bien aplicada, podría definirse como infalible.

¿Por qué no se utiliza el ABP como método de enseñanza en los contenidos de determinadas asignaturas?

Los docentes y los distintos centros tendrán que ir sumándose poco a poco a esta metodología. Si los docentes están dispuestos, es cuestión de buscar los apoyos necesarios para implantar el ABP en tantas materias como sea posible. La revolución ABP parte del diseño de la programación didáctica de cada docente, de cada departamento. Si vosotros queréis, habéis de reunir a los profesores de vuestro departamento y explicar cuál es el nuevo reto. Llegado a un acuerdo hay que consultar a la directiva y animar al resto del claustro. Teniendo su apoyo es hora de presentarlo al resto de la comunidad educativa y hablar con los padres y los alumnos, a los que se les ha de dar voz y voto en los procesos de decisión para conseguir una mayor implicación en el proyecto.


Sobre la integración de las TICs y distintos recursos en los proyectos

¿Cuáles son las tecnologías aplicadas en ABP que han sido de mayor utilidad para generar aprendizajes significativos?

Una de las formas que garantizan el éxito del uso de herramientas TIC en un proyecto ABP es integrarlas dentro de un artefacto digital (ver definición) al que den sentido y sin las que este sería bien imposible, bien radicalmente distinto. Conecta13 publica un tablero de Pinterest con un listado de algunos de estos artefactos digitales en los que las TIC se usan con sentido. Pero el documento que más puede ayudar al docente a la hora de seleccionar cuál es la herramienta idónea para la tarea que está diseñando es el que se muestra a continuación, también de Conecta 13:

¿Son esenciales las TIC en ABP? (En muchos centros públicos no hay suficientes recursos informáticos) ¿Cómo trabajar ABP en los centros que no tienen recursos tecnológicos o que carecen de algunos mecanismos que ayudan a experimentar?

Es muy cierto que en una sociedad en la que se ha definido a nuestros niños y jóvenes como nativos digitales contar con herrramientas TIC y recursos informáticos nos ayuda a crear proyectos que puedan resultarles más atractivos. Además, permite que les ayudemos a utilizar estas herramientas de forma crítica y constructiva (pues que sepan 'manejar' las redes sociales y navegar por Internet no quiere decir, por muy nativos digitales que sean, que son capaces de sacarles todo el potencial, especialmente el educativo, que éstas tienen).
Sin embargo, no hemos de desesperar si carecemos de estos recursos. Nuestros proyectos tendrán que planificarse en una escala diferente y buscar acercarse a nuestros alumnos a través de otros mecanismos y otras estrategias. La ausencia de TICs pone más a prueba nuestra creatividad, pero también es factible. No obstante, sería recomendable que, aunque no puedan incorporarse de forma masiva ni a diario, se hagan todos los esfuerzos posibles por tratar de dotar a los alumnos de destrezas digitales, necesarias para desenvolverse en la sociedad actual. En muchos centros se sigue el principio del BYOD (bring your own device: trae tu propio dispositivo), lo que posibilita llevar a cabo numerosas actividades. En esos casos, más que prohibir el uso del móvil a los alumnos conviene buscar la forma de integrarlo en el aula (por ejemplo, a través de herramientas como Kahoot, Nearpod, ...). Sea como fuere, con mayores o menores recursos TIC en el aula, sería importante que el docente por su parte sí que estuviera conectado a la comunidad educativa registrando su proyecto y compartiéndolo para contribuir a su enriquecimiento y difusión.

¿Qué progresión sería la adecuada para que los alumnos puedan trabajar de manera adecuada haciendo uso de las TIC?

Cada grupo de alumnos es diferente, por lo que es importante que cada proyecto cuente con una evaluación previa de los conocimientos y estrategias de los que parten los alumnos. Recogidos los datos llega el momento de analizarlos y trazar un plan de acción escalonado en el que, gradualmente, se vayan introduciendo las tareas, herramientas y artefactos digitales que vayan dando forma al proyecto.
En los primeros momentos en los que se comienza a trabajar con TIC conviene que el docente seleccione la herramienta o herramientas con las que se va a trabajar y ofrezca un tutorial que ayude a los alumnos a experimentar con la herramienta. A medida que se vayan ganando más destrezas digitales se podrá ir disminuyendo la especificidad de los tutoriales y se podrá ir abriendo el abanico de herramientas a utilizar hasta llegar al punto en el que sean los propios alumnos quienes seleccionen aquella que mejor crean que puede convenir a cada fase del proyecto.


Sobre formación y organización

Además del curso de ABP del INTEF, ¿dónde nos podemos formar? ¿Dónde practicamos?

Si me lo permitís, aquí voy a citar una de las máximas de mi padre, puesto que creo que viene como anillo al dedo. Él siempre nos ha dicho que "a andar en bici se aprende andando en bici". Pues bien a trabajar con proyectos ABP se aprende comenzando a trabajar con proyectos ABP. Pero tranquilos que, mientras vais empezando podéis estar muy bien acompañados a través de cursos que ofrece EducaLAB tales como eTwinning en abierto o el mooc de ABP. Además también contáis con la propia plataforma de eTwinning y los grupos que tienen cabida dentro de ella. Y, por supuesto, vuestro propio PLE, gracias al cual podréis ir dando vida a los bocetos de vuestros proyectos.

A los que estamos dando los primeros pasos en ABP, ¿qué consejos daríais para no fracasar en el intento?

Ante todo mucho ánimo porque el camino se hace al andar (ver artículo). Y sobre todo sé consciente de que eres CAPAZ (leer): 
  1. Comparte
  2. Anima
  3. ten Plasticidad
  4. Anota
  5. Zambúllete en el ABP y en el eTwinning

Creo que es muy complicado (horarios, disponibilidad) lograr que un proyecto sea interdisciplinario, ¿qué consejos daríais?

Clases, reuniones, compromisos laborales, formación... y, por supuesto, la familia y los amigos hacen que nuestro horario apenas disponga de un hueco más, lo que, a priori, parece querernos decir que no nos embarquemos en un nuevo proyecto. Pero aquí es donde las TIC pueden venir nuevamente a ayudarnos a resolver el problema y dar vida a nuestros proyectos. Gracias a las herramientas de edición colaborativa en la nube no es necesario reunirse en el centro para planificar todos y cada uno de los detalles del proyecto. Loomio y Doodle, entre otras, pueden servirnos para organizar eventos y tomar decisiones. Los bocetos se pueden trazar en mapas mentales colaborativos y se pueden elaborar documentos compartidos en la nube en los que ir apuntando observaciones y comparando impresiones... Hay un sinfín de herramientas cooperativas (ver) que nos ayudan a maximizar nuestro tiempo y facilitan la cooperación interdisciplinar, por lo que la ausencia de horas libres comunes para reunirse deja de ser un obstáculo.

El ABP se plantea siempre como multidisciplinar, ¿podríamos aplicarlo sólo a un área (una asignatura)?

Empezar con retos a pequeña escala y, a medida que se consiga experiencia, ir ampliando objetivos y horizontes suele ser una buena filosofía. No obstante, no hay que olvidar que cuanto mayor sea el número de áreas, materias, docentes y miembros de la comunidad educativa que formen parte de un proyecto más enriquecedor, atractivo, motivador e interesante resultará. A veces pueden darse circunstancias por las que un docente no encuentre compañeros con los que coordinarse en su propio entorno. En esos casos lo mejor será ampliar la búsqueda y tratar de cooperar con profesores de otros centros, de otras comunidades e incluso de otros países.
Hemos de perder el miedo a salir de nuestra zona de confort y entender que con cada proyecto cooperativo nosotros también aprendemos y nos enriquecemos.

¿Qué importancia dais a la coordinación de los profesores que participan en el proyecto?

Toda la importancia del mundo. Para que un proyecto pueda tener éxito es necesario mantener abiertos todos los canales de comunicación (ver): entre docentes, docentes con alumnos y alumnos entre sí. La comunicación permite el intercambio de ideas y fomenta la creatividad (leer). Al mismo tiempo, es una herramienta indispensable para la reflexión crítica, la cual aporta interesantes puntos de vista y permite evaluar y modificar el proyecto para garantizar que cumple con todos los principios del ABP.

Dentro de un proyecto siempre surgen miniproyectos o actividades más importantes y también evaluables, ¿cómo integrarlas?

Como bien se señala en la pregunta, durante las lluvias de ideas para diseñar un determinado proyecto pueden surgir actividades de tal fuerza que fácilmente puedan alcanzar el grado de miniproyectos. Pero no todas las propuestas que se mencionan en la lluvia de ideas tienen cabida en un proyecto. Es importante que cada una de las incorporaciones al proyecto esté justificada y tenga cabida dentro de los objetivos del mismo. Para eso es necesario que antes de comenzar a decidir cuáles tienen o no sentido, se dedique tiempo a clarificar cuál será la pregunta guía y el producto final que se quiere conseguir. Partiendo de esa base será necesario consensuar una secuencia de trabajo que tenga en cuenta cada una de las áreas que participan en el proyecto. Al preparar la secuenciación se ha de especificar cuáles serán las actividades a desarrollar, qué objetivos del proyecto desarrollarán, cómo se evaluarán y si formarán o no parte de la calificación final. Es importante seguir los siete pasos que guían en la elaboración de un proyecto (ver) y saber estructurarlo de tal forma que no pierda su sentido.
Una vez acordada la estructura general de la secuenciación será fácil ver si el miniproyecto tiene sentido dentro del proyecto original o si, por el contrario, es preferible guardarlo para el futuro o realizarlo de forma más sencilla y retomarlo como proyecto independiente más adelante. Todo dependerá de la temporalización del proyecto original (del tiempo del que se disponga para la posible realización del miniproyecto) y de lo coincidentes que sean los objetivos de uno y otro.
Cuando surjan ideas sobre posibles continuaciones y ampliaciones del proyecto es importante anotarlas en el Diario de a bordo como futura fuente de recursos. Puede que alguna de las actividades o preguntas guía no puedan desarrollarse en ese momento, pero pueden ser un buen punto de partida en otro momento.


Sobre grupos de alumnos, ánimo y evaluación

¿Cómo organizar los grupos de alumnos para que el trabajo resulte efectivo? ¿Cuál creéis que es el agrupamiento mínimo?

En el artículo 15 fallos típicos en el aprendizaje cooperativo y qué hacer para solucionarlo se recomienda que los grupos no sean demasiado grandes, pues cuando esto sucede es más frecuente que se pierda la voz de alguno de sus integrantes.

¿Cuál es la mejor conformación de los grupos para el trabajo en equipo? ¿Qué roles creeís que son importantes asignar?

En el artículo arriba citado (ver) se advierte de uno de los errores más comunes: permitir que ellos mismos elijan sus grupos, pues puede dar lugar a distracciones o a casos de marginación. Puede haber determinadas circunstancias que maticen esta afirmación y hagan que se trate de algo deseable pero, por lo general es preferible dejar que sea el azar quien decida los agrupamientos. También conviene cambiar las agrupaciones con frecuencia para fomentar el compañerismo y las relaciones interpersonales entre todos los alumnos del proyecto y, además, para evitar que los alumnos estén "anclados" a un determinado grupo durante un tiempo demasiado prolongado.
La distrubución de los roles dentro del grupo puede dejarse al azar o permitir que cada grupo llegue a un acuerdo, tras darles algunas pautas (por ejemplo, que los representantes se vayan turnando). Dependiendo del tipo de proyecto se crearán un tipo de funciones u otras (responsable de fotografía , de grabación, de relaciones públicas [ej. para llevar a cabo entrevistas a gente de la comunidad]...), pero es importante que siempre exista una figura: la de coordinador. Gracias a este rol, los alumnos (por turnos) tendrán que aprender a responsabilizarse del grupo y desarrollarán las competencias y habilidades sociales derivadas de esa función (cualidades realmente importantes para su futuro).

¿Cómo valorar el trabajo de cada uno y cuantificar (nota individual)? ¿Cómo diferenciar evaluación y calificación en las rúbricas?

Es importante tener en cuenta que el ABP no se basa en una evaluación tradicional de los contenidos sino que se centra en las habilidades de pensamiento, las capacidades, el desarrollo del espíritu crítico. Para ello es importante diseñar rúbricas adecuadas a cada una de las tareas y secuencias de trabajo realizadas (ver catálogo). Además, puesto que los alumnos son los verdaderos protagonistas del ABP, su opinión también es importante en la evaluación. Lo ideal es diseñar tareas en las que se combinen las distintas posibilidades de evaluación:
  • la autoreflexión y autoevaluación del propio alumno
  • la evaluación entre iguales
  • la evaluación por parte de profesor
La rúbrica de evaluación deberá dejar claros:
  • los criterios de evaluación
  • la escala de gradación para cada uno de los criterios y su peso
  • si la actividad que se está evaluando forma parte de la calificación final (o si únicamente se trata de evaluaciones de apoyo que van midiendo el progreso del proyecto a lo largo de su recorrido)
    • en el caso de que formen parte de la calificación final, se deberá especificar el peso o porcentaje que cada una de esas actividades tendrá sobre la calificación final.
Es decir, la evaluación servirá para emitir juicios de valor sobre el grado de consecución de los objetivos de cada actividad, mientras que la calificación supone adjudicar un valor (numérico) a cada uno de los criterios medidos. Por lo tanto, no será necesario incluir escalas numéricas en las rúbricas diseñadas para actividades que no se incluirán en la calificación.

Hay alumnos que no participan por más que se les motive, ¿cómo hacemos para que todos trabajen? ¿Cómo calificar a los alumnos que no cooperan nunca en proyectos?

Un buen proyecto, anclado en los intereses de los alumnos y cercano a su realidad ha de ser motivante. Si el proyecto no lo es, hemos de darle una vuelta para ver qué está fallando y por qué lo que creíamos acertado no lo es tanto. Los propios alumnos pueden tomar parte en las decisiones sobre el proyecto para conseguir una mayor implicación.
No obstante, cuando se han seguido todos los pasos y la amplia mayoría está a bordo  y colabora con el proyecto, habrá que explorar cuáles son los problemas que provocan un alto nivel de apatía en un determinado alumno e intentar adaptar el proyecto para que también forme parte de él. En muchas de estas ocasiones, esta actitud enmascara problemas subyacentes de bastante calado. En tales casos, sería ideal contar con la colaboración de las áreas de orientación, tutoría y, si fuera posible, sería deseable contar además con cuantos expertos fueran necesarios para tratar la problemática específica del alumno. Se debería tratar de intergrar a todos los alumnos por todos los medios para ayudarles a que puedan descubrir su talento. Al cooperar en tareas significativas, los propios alumnos asumen el rol docente y se convierten en soportes los unos de los otros, ayudándose a avanzar. Para educar a un niño hace falta la tribu entera y en los casos más complicados es cuando más ha de involucrarse la comunidad educativa al completo coordinándose y creando las oportunidades necesarias.

¿Qué hacer si nos encontramos con un alumno que prefiere trabajar solo?

Al igual que en el caso anterior habrá que explorar cuáles son las verdaderas causas de esa decisión. Puede estar motivada por un alto grado de timidez, problemas de convivencia, marginalización. Animarlo a participar en actividades cooperativas puede ser de gran ayuda para que cultive sus habilidades sociales. Dependiendo de las causas del rechazo al grupo, será necesario contar con el apoyo de diversos expertos (área de orientación, tutoría) para que, si fuera necesario, se lleve a cabo una adaptación especial del proyecto.

¿Cómo motivar al alumnado a la hora de buscar información por sí mismos en un proyecto ABP?

Esta pregunta está muy ligada a varias de las que se han respondido anteriormente. Es importante que se ofrezca un andamiaje a medida qeu se progresa en la secuenciación de activdades del proyecto. En un primer momento conviene proporcionar listas de herramientas previamente probadas y con tutoriales asequibles al nivel de los alumnos. Es importante, como se ha señalado anteriormente, tener en cuenta el punto de partida de los alumnos y cuál es su ZDP (o ZPD) para que los actividades y objetivos que se pongan ante ellos sean asequibles.

¿Cómo encontrar proyectos para mi asignatura en concreto y cuántos proyectos realizar a lo largo del curso?

Cuando se está comenzando con el ABP lo mejor es recurrir a proyectos ya realizados, con un sello de calidad que garantice su viabilidad en el aula, como, por ejemplo, los kits eTwinning (ver). Comenzar un proyecto de forma más guiada permite aprender los pasos que han de darse para realizar un proyecto al tiempo que sirve de inspiración para crear otros nuevos.
En cuanto al número de proyectos, dependerá de la magnitud que tenga cada uno de ellos. Hay proyectos que pueden diseñarse para todo el año, por lo que con uno será suficiente. En cambio, otros, de menor embergadura, ocuparán tan sólo un trimestre o una pequeña parte del curso. En este último caso sería deseable que, a su termino, se pueda enlazar con otro proyecto que garantice que el aprendizaje continuará siendo significativo, activo y real. 


Confío en que estas reflexiones puedan convencerte de la utilidad del ABP:
¡Ánimate y súmate al cambio!
¡Comienza a ABPear y eTwinnear!!